Por su propia definición en las siglas “Salutem Per Aqua”, el Spa es sinónimo de la salud a través del agua.

Los beneficios que el agua tiene para nuestro organismo son conocidos desde tiempos inmemorables y las antiguas civilizaciones ya sabían de sus propiedades curativas.
 

Las Termas Romanas, los Baños Árabes y los Hamanes Turcos son una buena muestra de ello.

Estas instalaciones eran además lugar de reunión y de actividad social, donde se cultivaba por igual el bienestar físico y espiritual.

Esta costumbre resurgió en el Siglo XIX y se construyeron los primeros “Balnearios”, algunos de ellos junto al mar y otros en la montaña.
 

Los Balnearios de la Montaña, basándose en las aguas de manantiales mineromedicinales -la llamada Balneoterapia- y los Balnearios junto al Mar -con la Talasoterapia-, basada en los efectos curativos del agua del mar.

En ambos casos, estos Balnearios estaban ubicados en lugares apartados e integrados con la naturaleza, de forma que durante la estancia se incrementaba aún más el beneficio terapéutico de sus instalaciones.
 

El Spa, tal y como lo entendemos hoy, podría ser un “balneario” urbano, si bien aunque sus aguas carecen en la mayoría de ellos de efectos mineromedicinales, sí tienen como contrapartida la cercanía y comodidades tan exigidas por el ritmo de vida actual.
De hecho, combatir el estrés, es una de las terapias más buscada por los usuarios del Spa.

Son numerosos los efectos beneficiosos conseguidos a través del Spa:

● Distensión nerviosa.  El agua, los masajes y el ambiente relajado que se siente en el interior de uno de estos locales hacen que los nervios disminuyan, permitiendo salir con una agradable sensación de ligereza.
 

● Relajación muscular.  La tensión acumulada a lo largo de un día de trabajo, con posturas forzadas y poco saludables, hace que los músculos se agarroten y congestionen. Una sola sesión permitirá sentirlos más elásticos, flexibles y tonificados.
 

● Estimulación del sistema circulatorio.  Es lo que más se nota. La combinación frío-calor y calor-frío, hace que la sangre fluya con más vigor. Esto tiene además unos enormes beneficios para el corazón.
 

● Atenúa los dolores de las articulaciones.  Cuello, espalda, rodillas... son puntos sensibles de nuestro cuerpo que necesitan un cuidado especial. También tiene efectos positivos sobre otro tipo de dolores como lumbago, migrañas y jaquecas.
 

● Reduce los efectos del estrés.  La ansiedad se reduce después de una sesión.
 

● Hidrata la piel.
 

● Mejora los síntomas de las alergias.  Sobre todo las afecciones asmáticas y respiratorias como la bronquitis.
 

● Es un buen complemento para terapias de adelgazamiento.
 

● Elimina toxinas a través de la sudoración de la piel.
 

● Favorece el tratamiento, bajo supervisión médica, de otras enfermedades como reumatismo, dolencias relacionadas con el aparato digestivo, nervioso o respiratorio, u otras enfermedades del riñón, las vías urinarias y la circulación.
 

En Spa Experts somos conscientes de los múltiples beneficios proporcionados por el Spa para el bienestar y la salud y es por ello que trabajamos en el día a día para que nuestras instalaciones estén en muchos casos por encima de las expectativas de nuestros clientes.
 

Para esto en Spa Experts disponemos de la más alta tecnología aplicada. Un equipo humano altamente cualificado y la garantía, avalada por nuestra experiencia.